El surf es un deporte acuático que no solo ofrece una emocionante experiencia, sino que también proporciona una amplia gama de beneficios tanto mentales como físicos. Practicar surf puede ser transformador, impactando positivamente en la salud general de quienes lo practican.
Desde el punto de vista físico, el surf es un ejercicio completo que involucra casi todos los grupos musculares del cuerpo. Al remar para alcanzar las olas, se trabaja principalmente la parte superior del cuerpo, incluyendo los brazos, hombros y espalda. Además, al estar de pie sobre la tabla y mantener el equilibrio mientras se navega en la ola, se activan los músculos del core (abdominales y lumbares), así como las piernas. Este tipo de actividad física mejora la fuerza muscular, la resistencia y la flexibilidad. Con el tiempo, los surfistas pueden notar un aumento en su capacidad cardiovascular y una mejora en su coordinación motora.
Además de los beneficios físicos evidentes, el surf también tiene un impacto significativo en la salud mental. La conexión con el océano y la naturaleza puede ser profundamente terapéutica. Estar en el agua ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, proporcionando un escape del bullicio de la vida cotidiana. La práctica regular del surf fomenta una sensación de bienestar general, ya que libera endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad. Estas sustancias químicas naturales mejoran el estado de ánimo y pueden ayudar a combatir síntomas de depresión.
El surf también promueve la atención plena o mindfulness. Para montar una ola con éxito, es necesario concentrarse plenamente en el momento presente, lo que puede ayudar a despejar la mente de pensamientos negativos o preocupaciones. Esta práctica de atención plena no solo se aplica al surfing; puede trasladarse a otros aspectos de la vida diaria, mejorando así la capacidad para manejar situaciones estresantes.
Otro beneficio mental importante es el fomento de la comunidad y las relaciones sociales. El surf suele practicarse en grupo o en playas donde se congregan otros entusiastas del deporte. Esto crea oportunidades para hacer nuevos amigos y fortalecer vínculos sociales. El compañerismo entre surfistas puede ser una vivencia muy enriquecedora, ya que comparten experiencias similares y apoyan mutuamente su progreso.
Además, aprender a surfear implica enfrentar desafíos y superar miedos personales. Cada vez que un surfista se levanta sobre su tabla por primera vez o logra montar una ola difícil, experimenta una sensación de logro que difícilmente es comparable a otra sensación en la vida del deporte. ¿Quieres perdertela o te unes a la familia Secre Shaper?
Foto de Dendy Darma Satyazi en Unsplash